He querido escribir este artículo, para el periódico de la institución, con un único fin, el cual es dar a conocer la importancia que tiene la lectura, para nosotros, como personas, sin importar si somos estudiantes, docentes, trabajadores, o investigadores que se desenvuelven en cualquier campo del conocimiento, o de la vida diaria. Normalmente, lo primero que pensamos, o expresamos, al momento de tener un libro entre manos, es la noción de aburrimiento, o de obligación, que sentimos hacia la actividad que se nos presenta, pero lo que verdaderamente no somos capaces, muchas veces de entender, es la posibilidad que se abre ante nosotros, a través de la lectura de un libro.
Desde hace millones de años, el ser humano ha buscado formas de mantener vivo el conocimiento que se desarrolla a través del tiempo mismo, de esta manera, la escritura se convierte en una actividad importante, casi esencial, ya que desde una edad temprana, incluso, aún, cuando no somos capaces de entender la importancia de esta, somos parte del sistema, o mejor llamado, ciclo educativo, y así, inmersos en este, una de las de las primeras actividades, que somos capaces de desarrollar, a través de las valiosas enseñanzas de los maestros, es la lectura y la escritura.
Hoy en día, no percibimos la importancia de escribir, leer, e interpretar correctamente, pero, hace tan sólo un siglo, las personas que leían, e interpretaban, el conocimiento, eran las personas de la alta alcurnia, o de élite de las sociedades existentes por aquella época, mientras que las personas, que no tenían nombres, ni apellidos de renombre, no tenían derecho a aprender dicha actividad, ya que se consideraba exclusiva de la gente culta del momento.
Sin embargo, si leer y escribir son dos actividades tan importantes, ¿por qué, hoy en día, no tiene la misma validez, tal como lo tuvo hace tan sólo un tiempo? La respuesta es en realidad muy sencilla, no tiene la misma validez, ni la misma importancia, porque, simplemente, la sociedad, en la que nos encontramos viviendo hoy en día, y el momento justo por el que está atravesando el hombre, es, y ha sido el más superficial, o trivial (como se quiera llamar) hasta el momento.
Para explicar, de manera tan sólo un poco más profunda, haré una breve citación, a Eduardo Galeano, uno de los autores latinoamericanos más influyentes de nuestro tiempo: “Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo, y la misa más que Dios. La cultura del envase desprecia los contenidos”. Es una verdadera lástima, que a medida que el hombre evoluciona, y continúa desarrollándose, nuestro sentido de humanidad, y sensibilidad, involuciona.
El papel de la lectura, es decir, La Literatura, es hacerle frente al proceso de deshumanización que vivimos hoy en día, ya que la lectura es capaz de brindarnos sueños, anhelos. Nos ayuda a explorar lo mejor de nosotros, ya sea escribiendo una página, un verso, o a través de la lectura de un libro o un poema.
Para comunicarse con el escritor de este post, aquí te dejamos el enlace Jhon Eduardo Mosquera
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