Hasta hace poco se dio en el país cafetero, la aprobación del matrimonio igualitario o parejas del mismo sexo, lo que despertó un sin número de comentarios, incluso dañinos que no tenían argumentos, solo estaban amparados por la homofobia o por los disgustos que crea para algunos, ver dos personas del mismo género compartiendo en familia. El idioma religioso tiene su propio tinte idiomático, esto hace que la sociedad tenga prejuicios a priori y es entendible, lo que no se puede aceptar son los argumentos sin pie religioso contra las personas que ven su felicidad ligada a otra del mismo sexo.
Algunos de estos argumentos son desglosados de nuestro pensamiento como ciudadanos que tienen el derecho a la expresión y al libre flujo de ideas, en este post aceptaremos las réplicas que tengan un soporte fundamentado, sin embargo, consideramos que nuestros seguidores tienen su punto de vista, el cual será necesario escuchar de manera atenta y respetuosa, sin más preámbulos veamos de que se tratan estos argumentos y porque no tienen un fundamento religioso.
La homosexualidad se define como una orientación sexual entendida como la atracción sexual afectiva y emocional por alguien del mismo sexo, la asociación de psiquiatría americana no considera la homosexualidad como una enfermedad, y para la organización mundial de la salud esta situación no se considera un trastorno mental, solo se trata de un cuadro de comportamiento estrechamente ligado al gusto personal.
Para el cristianismo, la homosexualidad debería ser bien aceptada debido que la religión fue fundada dentro del imperio romano, la homosexualidad era aceptada y practicada dentro de los parámetros políticos incluso el emperador nerón, fue el primero en casarse con otro hombre, de la historia del imperio se puede deducir que solo Claudio tenía un gusto estricto por las mujeres y que el resto de emperadores habían tenido sus romances con otros hombres.
En lugares como Éfeso, Tesalónica, Filipo, Corinto, Esmirna y otros estados se practicaba el homosexualismo, y dentro de las mismas estancias se practicaba el desde ese punto de vista, se creó la frase “los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo” esto como un referente a los espacios designados a los bacanales y fiestas que se realizaban dentro del imperio romano.
Con respecto a los predicadores, no tenían preferencia por los orígenes sexuales y las preferencias, ellos les hablaban a todos incluso se puede deducir que gran parte de cristianos convertidos eran homosexuales en primera instancia, que luego de aceptar la religión se acogieron a nuevos parámetros.
Dentro de la religión, se dice que Dios no tiene preferencias, y que acepta a todos sin ningún tipo de prejuicios debido a que son imagen y semejanza, a todos los señala con una consigna, “él que esté libre de pecado que lance la primera piedra”, con esta frase abduce al respeto por las diferencias incluso si estas están ligadas a las preferencias sexuales. Esperamos que este post les haya gustado, también les recomendamos leer: El chisme, un arma de doble filo.