El fútbol despierta todo tipo de pasiones, pero en mi país parece que esto saca de lo profundo , lo más oscuro de los sentimientos. No se en que parte del mundo, un triunfo se celebra en los cementerios, o en que parte de este mundo los fanáticos de los equipos se toman las calles para presentar conductas violentas como las que se presentan en mi país. La frase que dice " Yo por mi equipo me hago matar" no es un sentido de pertenencia sino una invitación al conflicto.
Un día como ayer, el país saco sus camisetas verdes y solo me dije: "gane o pierda nacional hoy, mas de una familia velara un familiar", fue un pensamiento pesaroso pero como ocurre en todas las celebraciones es el saldo que nos presentan los noticieros al día siguiente. Eran como las 10 de la noche y en las calles vi a propios y extraños que se abrazaban y besaban, habían motos descontroladas y ruido de pitos y vuvuselas, camisetas del equipo verde en las calles marcaban el ritmo de una noche colorida, llena de felicidad.
Hoy el balance, daba lastima, no quiero mencionar la cantidad de personas violentadas pues sería una vergüenza que en otros países nos vean como desadaptados, no puede ser posible que sigamos celebrando goles y al día siguiente llorando, pues alguien hace falta. Esta es la historia negra que mancha la belleza de un deporte que es potencia mundial, tanto así, que en España es popular la frase "las celebraciones en Colombia no tienen buen final" haciendo referencia a nuestros comportamientos.
Pero ¿porqué el fútbol, desprende las olas de violencia? hasta hace dos años, Nairo Quintana quedó campeón del Giro de Italia, y no se presentó este tipo de acontecimientos, puede que este deporte, aunque sea una gran hazaña, permanece lejos de despertar este tipo de emociones, y no es para menos, criticamos a los argentinos por hacer un Dios a Maradona, sin embargo somos mas fanáticos al futbol que Italia, Brasil o al mismo país gaucho. Según los estudios presentados por la revista The New York Times, solo el 6% de la población colombiana es ajena a la pasión despertada por el fútbol.
Me puse a hablar con amigos y me comentaron la razón de estos comportamientos, la pasión es el primer factor detonante, pero si a esto le agregamos unos cuantos grados de alcohol, resulta mas ofensiva las acciones de las personas, un partido de futbol dura dos horas, tiempo suficiente para tomarse por lo mínimo seis cervezas, ya con esto se puede afirmar que las cosas no irán bien y que por consiguiente habrán desenlaces fatales.
Para evitar estos acontecimientos es necesario afirmar que se necesita, mas política publica para la educación y prevención y menos medidas de reacción de emergencia, ya que si no se cambia la cultura mediante un esfuerzo continuo, muchos colombianos seguirán muriendo de felicidad, una felicidad futbolera, por así decirlo. Lee tambien