Luego que algunos diarios y revistas dieran por servido que el futuro de Colombia en los campos petroleros no duraría mas de cinco años y que de no aprobarse otras técnicas de extracción de crudo, estaríamos afrontando una de las peores crisis energéticas jamas mencionadas en el país cafetero. Esto a dado pie a múltiples controversias que apoyan o refutan la idea de implementar el fracking en el campo y zonas de reserva a nivel nacional.
El campo colombiano es sostenido por un mercado dependiente de los precios internacionales y el agotamiento del crudo solo entorpecería aun mas los procesos económicos. Teniendo en cuenta que el parque automotor en Colombia es demasiado amplio y que los vehículos que usan otro tipo de combustibles para su funcionamiento no superan el 1% de la totalidad, cambiar las políticas de consumo demorarían mas de 20 años. Y durante la transición que pasaría?
El sabor amargo de algunos colombianos es que seríamos comparados con la Venezuela actual y no es para menos. Siendo Venezuela el primer país en suramerica con altos niveles de reservas de petroleo terminaríamos mendigando sus productos en los años de transición en los cuales el país se descarbonisaria o cambiaría sus modelos de consumo energético.
El petroleo o producción de energía a partir de combustibles fósiles es un modelo económico demasiado antiguo y como tal, lo mas lógico sería aceptar un debacle en la economía colombiana. Dicho debacle sería multiplicado si los bloqueos de norteamerica siguen vigentes contra el estado vecino, es decir que al depender de Estados Unidos nos veríamos obligados a conseguir los hidrocarburos en el país donde ellos lo exijan, lo que se traduciría en un daño mayor.
Recientes estudios demostraron que mas de un 60% de la población cuentan con vehículos funcionales a gasolina o diesel y que peor aun dependen laboralmente de dichos vehículos y que no renunciarían a ellos pues dependen en su mayoría para el sustento propio y de la familia. Ahora si vale el comentario donde se pronuncia que muy pronto estaríamos igual o peor que Venezuela. Lee también: Obras completas de Immanuel Kant