"En búsqueda del éxito personal, las calificaciones no son suficientes."
Luego de muchas investigaciones científicas y de muchos planteamientos profesionales que señalaban que los expedientes académicos son inútiles pues etiquetan a cada estudiante de acuerdo a su rendimiento, aun se encuentran en los planteles educativos, las mismas metodologías de educación usadas desde hace muchos años, los mismos recursos y los mismos programas. Nada ha cambiado, todo sigue igual como si el tiempo no hubiese transcurrido, hoy en día los estudiantes aun sienten temor al someterse a los temidos exámenes de aprobación académica, como si este método fuera la única herramienta para evaluar el estado de aprendizaje en el estudiante.
Lo que es cierto es que lo único que los docentes evalúan son los números, es muy común escuchar en las aulas, "jovencito has sacado 10 en todo, pero te has olvidado del compañerismo, la solidaridad y el respeto por tus compañeros, al igual estas promocionado y nos vemos el año que viene" Desde niños, los planteles educativos le enseñan a los estudiantes que obtener buenas notas los hace buenas personas y que por obvias razones serán exitosos, luego de muchos años y pasar por la universidad, este mismo estudiante recibe un titulo profesional, pero no tiene ni la mas remota idea de cual es su función en la sociedad y como puede alcanzar los estándares para ingresar al mercado laboral.
El papel de los educadores es sumamente importante, se necesita adoptar una actitud positiva y creativa, hay que ilusionarse a diario con la enseñanza y dar lo mejor de cada uno. Hay que estar atento a cada uno de los factores de crecimiento en los niños, hay que enseñar a los niños a controlar sus impulsos, a tolerar sus fracasos y aceptarlos como una oportunidad de mejora, hay que educar sus fuertes y darle prioridad a sus debilidades, de no hacerlo posiblemente lo dejaríamos indefensos para las eventualidades en los años futuros.
Los expedientes académicos brillantes no siempre son la llave del éxito, los estudiantes deben graduarse con visiones ajenas a las asignaturas aprendidas en las aulas, tienen que graduarse siendo personas acopadas de valores, capaces de sentir las necesidades sociales y con visión e inventiva para ayudar.
Los estudiantes de las escuelas por muy brillantes que sean no serán superiores a otros, desde ese punto de vista se puede aplicar la equidad, un valor muy difícil de encontrar en la sociedad actual. Nuevamente recalco que, la educación debe tener expectativas lejanas a los exámenes, trabajos, libros de texto, apuntes, etcétera.
La educación debe dar oportunidades para que los estudiantes se comprometan con algo, para que trabajen en equipo y desarrollen habilidades sociales y por supuesto, deben proporcionar situaciones o momentos en los que los estudiantes se puedan formar como personas humanas sensibles y con empatía. Lee también: Estrés docente, lo que nadie sabe de los educadores.