El teatro, la asignatura pendiente de nuestro sistema educativo

Dicen que soñar no cuesta nada, pero al menos imagina que un día cualquiera llega tu hijo de la escuela, y te dice, " en la escuela estamos aprendiendo teatro" y aunque suene extraño, lo ideal sería que así fuera, pues el teatro puede enseñar tanto para la vida como lo hace el lenguaje, las matemáticas y otras asignaturas. 

En boca de los expertos se afirma que el aprendizaje de esta disciplina puede aportar múltiples competencias a los niños, de hecho, en una ciudad representativa de Alemania, Hamburgo, se ha establecido el teatro como una de las asignaturas obligatorias dentro de los planteles educativos. Con la práctica teatral se busca el aprendizaje a partir de entrenamientos de capacidades expresivas, análisis y escucha de los estudiantes. 
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La implementación de esta asignatura en nuestros sistemas educativos podría fomentar hábitos de conducta, que muy probablemente ayudarían a potencializar la tolerancia y la cooperación entre compañeros, de igual forma, si se garantiza un buen ambiente de trabajo, también se incrementarían los índices de autoestima y autoconfianza entre los estudiantes.

Con la implementación del teatro, los niños también aprenderían matemáticas, al hacer los presupuestos de gastos de producción, también aprenderían historia, al contextualizar el tiempo, y una gran retentiva de contenidos al momento de memorizar el guion. El teatro podría ser una asignatura complementaria de otras debido al despliegue de conocimientos. 

Considerar al teatro como un fenómeno educativo y no simplemente lúdico o recreativo, no se trata hacer representaciones de final de curso, sino más bien la formación de valores mediante juegos y ejercicios teatrales
El sistema educativo actual tiene fallas latentes, se han centrado en el conocimiento impartido en décadas, en actividades artísticas como la música y las artes plásticas y actividades complementarias olvidando la enseñanza a los estudiantes sobre como expresarse más allá de las palabras, algo que solo ocurre en el arte del teatro, concluyendo que la palabra y el dialogo se cruzan en un mismo espacio garantizando la convivencia, un elemento vital en la educación actual.